Esta imagen no presagiaba nada bueno ... 
Rider Enric (EX-Xino Xano), con su habitual concentración, vaya crack!
Rider Bassa, tomándose un plátano
El Incombustible Rider Jesús,ejemplo de pundonor y capacidad de sufrimiento (y sin entrenar!!!!!!)
Foto prehistórica, VIVAN LOS TUBELESS!!!!!!!!!!!!!!
Foto TEAM XV Volta a la Cerdanya Como se puede apreciar en la primera foto, a medida que subíamos hacia Castellà de n'Hug, la lluvia, el frío y las nubes, lejos de desaparecer, iban en aumento.
Alta montaña + la climatología variable, propia del mes de septiembre, amenazaban con convertir los 180 kilómetros + 6.000 metros de desnivel positivo acumulado, en un auténtico infierno.
El viernes, antes de cenar, Pere (capo de Probike) dirigió el clásico briefing, en el que con su particular estilo, nos explicó el libro de ruta. Remarcó, especialmente, que la primera etapa era, posiblemente, la más dura de todas las que se habían celebrado en las diferentes ediciones de la Volta a la Cerdanya. El frío y la más que posible lluvia (de hecho llovía en ese momento) podían convertir la etapa en una peligrosa trampa con serios riesgos de sufrir hipotermias.
La 1ª etapa fue realmente dura, ciclable en la mayoría de tramos pero muy rompepiernas, donde ni en las bajadas se podía descansar debido a la gran cantidad de piedras sueltas que había, lo que requería de mucha concentración y fuerza para sujetar el manillar.
De la 2ª etapa, hay que destacar la gran bajada desde la collada de can Ros en dirección a La Farga, que disfrutamos muchísimo. También la larguísima subida de 17 km y 1280 m de desnivel que realizamos desde Bagà hasta el coll de Pal, con parada técnica en el refugio de Rebost.
Vale la pena repetirla otro año pero, eso sí, es una prueba que no permite relajarse excesivamente durante el verano.
¡Sorprendente nivel de los participantes!
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