lunes, 14 de febrero de 2011

¿ HOY ?, CAFÉ CORTO … DE NIGHT’S

¿ HOY ?, CAFÉ CORTO … DE NIGHT’S

13 de febrero del 2011


Este domingo se presentaba descafeinado, ya que el grupo, bastante mermado de efectivos, preveía ser un dueto entre Cèsar y Jesús.

Yo con más bien pocas ganas de salir y un ojo más abierto que el otro (amanecí con uno de ellos completamente cerrado), llamo a Cèsar para que alargue un poco la hora de salida.

A las 8:15h me presento en el CAP, como cada domingo y, cual es mi sorpresa, al descubrir que en vez de estar solo Cèsar haciendo la tabla de calentamiento y estiramientos que acostumbramos ha hacer cada mañana antes de iniciar la salida, lo que me encuentro es un nutrido grupo de ciclistas esperándome.

Cèsar, con ese poder suyo de convocatoria que le caracteriza, se había colocado en la carretera con las piernas abiertas y los brazos en jarras y a todos y cada uno de los alegres paseantes que pasaban camino de Santa Mónica los fue parando hasta engañar a cuatro: el incombustible Henrik, Francesc Rabassa, Jesús (el otro) y Quini que junto con él y un servidor, formamos grupo de 6 digno y con ganas de pasarlo bien.

Nos fuimos camino de Canyamars con la mente fija en el café de Can Víctor y con la promesa de hacer un buen descenso hasta el mismísimo bar, cosa que realizamos y de manera magistral. Que si salto por aquí, salto por allá, peralte de derechas, peralte de izquierdas, derrape, frenada, caballito y finalmente …. café.

En Can Víctor, rincón del gourmet cafetero y de peregrinaje obligado de muchos de los “triperos” de la comarca del Maresme, recargamos pilas para después, una vez todos de acuerdo, volver por corriols de esos que nos gustan a nosotros. Raíces, agujeros y barro, primero de subida y finalmente, de bajada.

En el último tramo, ya de vuelta y muy a su pesar, Francesc tuvo que volver a casa por el camino fácil, ya que su castigada espalda no le dio más opción. Se portó como un campeón ya que de mañana salió con un dolor de espalda que le obligaba a bajarse en todas y cada una de las subidas que aparecían, pero todo y así aguantó hasta “casi” el final.

Como niños que somos y como aquel que tiene patinente nuevo y quiere enseñárselo a todos sus amigos, nos llevamos a “los nuevos” a realizar el corriol de bajada que tanto nos gusta y que hace poco hemos descubierto. Lo realizamos de forma limpia y sin fallos y ya en la salida de éste, casi en el jardín de casa, Henrik, al igual que otro hace pocas semanas, nos deleita con el famoso “vuelo sin paracaídas nórdico” que ya querrían para si muchos de los especialistas del cine, con aterrizaje final justo en la piedra de salida del camino que,

¡¡¡ VAYA SUSTO NOS DIO !!!

Al final, quedó todo en lo de siempre, sangre, sudor, y …….. foto (se adjunta).

En la hípica nos despedimos, algunos con más fuerza que otros, algunos con más piel que otros y todos igual de contentos, y con un ¡¡¡ NOS VEMOS !!!, nos vamos, cada uno a su casa.

Saludos y la próxima, mejor.

De cafés con los lugareños de Can Víctor y un par de Molins de fondo

Cèsar y su improvisado traje mimeta

Henrik saludando a su público tras la acrobacia, con su querida piedra a la izquierda y su bicicleta voladora a la derecha.


Auténtico y genuino jamón nórdico

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