El ave Fénix, es un ave mitológica del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras. Se trataba de un ave fabulosa que se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas …
La ruta:
Día: 10 de octubre de 2010
Hora: 8.45 hrs
Night’s: Carlos, Jesús, Enric, Cèsar y Joan
Distancia: 51 km
Ride Time: 3 hrs 20 min
Las previsiones meteorológicas para el domingo no podían ser más adversas.
A las 7.20 h del domingo, decidimos retrasar media hora la salida, hasta recibir el parte meteorológico que nos llega directamente de la NASA, el cual nos informa que la lluvia se desplaza hacia el norte, hacia Girona (no hay nada como tener buenos contactos).
Iniciamos ruta por el Tintoré a ritmo tranquilo. El terreno está blandito pero todavía no está pastoso por ser, prácticamente, los primeros que lo pisamos. El grupo sube compacto. Hoy las sensaciones son buenas.
Sin más historias, nos plantamos en Dosrius donde tomamos el café de la mañana.
Sin ningún género de dudas, para Jesús, va hoy el premio del Mas Valorado de la Salida (MVS). Empezó el primer tramo de la salida un tanto conservador, estudiando al grupo. En Dosrius, y tras el café de la mañana, como si hubiese tomado el brebaje del druida Panoramrix, se transforma y tensa la cuerda hasta el inicio del Dragón, al más puro estilo del añorado Coronel Elvira.
En la subida del Dragón, cede el testigo a Cèsar, que hoy se ha batido como un verdadero gladiador, exhibiendo su habilidad corriolera. En el segundo tramo de la subida, Jesús, nos desvía por una variante absolutamente ciclable que resulta de lo más interesante.
Una vez arriba, se produce el gran acierto de la mañana. Nuestro inestimable sherpa trempolí, Enric, sugiere muy acertadamente hacer la ruta de corrioles en dirección a Orrius.
¡Qué gozada! Terreno perfecto, temperatura inmejorable, corriol a la derecha, corriol a la izquierda, impresionante! ¡Qué festival de sensaciones! Lo siento por los que no han estado pero se han perdido unos momentos que, Kevin, nuestro gran filósofo de cabecera, calificaría como de mitja vida. Momentos de verdadero clímax, de esos que te resetean el cerebelo dejándolo como nuevo.
Decidimos coronar Parpers por carretera, en donde el MVS, da el tercer hachazo de la mañana. Confirmado, Jesús ha vuelto, como el Ave Fénix, ha resurgido de sus cenizas … (¿se mantendrá?)
Empieza a llover. El agradable chirimiri que cae, ayuda a refrescarnos y contribuye a hacer todavía más placentera y épica la salida. Tomamos un corriol de bajada precioso en Papers para desembocar en la Riera de Argentona.
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Enric y Jesús, después de coronar Parpers |
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Carlos, la Bestia, posiblemente el ciclista más fuerte del pueblo, con permiso de Ángel |
Cuando llegábamos a los 4 Relojes, Jesús, pletórico y eufórico como estaba, le quedaba todavía energía suficiente para obsequiarnos con una bella figura circense: el pino, con bicicleta incluida, que para su desgracia, es presenciado también por dos bellas y valientes ciclistas … (o no eran tan bellas?).
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Parada técnica para corregir la "trempera" del sillón de Cèsar |
Emprendemos el regreso desde Argentona a ritmo de m. el último, por una variante muy interesante paralela a la Carretera de Mata. Cancellara, que se había mostrado reservón durante la mañana, exhibe su poderío.
GRAN MATINAL DE BICI, BARRO, LLUVIA, SUDOR Y ....