lunes, 12 de julio de 2010

TRACKS DEL DIABLE




























MÁS VALE TARDE ...
Crisis?, trabajo?, problemas?



Nada de nada, del 11 al 13 de Junio no hubieron más problemas que los mecánicos y, la verdad, fueron bien pocos.


12 Aguerridos, guapos, altos, musculados y ya mayores señores nos hemos largado de bolos como ya os dije a Osona, concretamente al pueblo de César, a Torelló, a mojarnos, pasar calor, embarrarnos (mucho muchísimo por cierto) para disfrutar de esos tres días como niños con bicicleta nueva y que han sido de los mejores en muchos anteriores.


Salidita temprana el día 11 (a las 6:00h para ser concretos) con una puntualidad inglesa y todos con ropa de trabajo ya pegada a la piel y haciéndosenos la boca agua viendo lo que se nos venía encima.


Repartidos en dos coches y una furgoneta (la de Joan con las bicis) nos plantamos en algo menos de hora y media en Torelló y empezamos con los preparativos iniciales del primer día de ruta con lo cual surgen las primera dudas:


- ¿Me llevo tres o cuatro barritas?
- ¿Una cámara será suficiente?
- ¿En que kilómetro me darán las primeras rampas?
- ¿Voy ahora al baño o me espero a más tarde?
- Y la gran pregunta ….. ¿Lloverá?, ¿Me llevo el chubasquero? …


Pues cada uno con sus dudas, recibimos en la explanada del hotel en el que quedamos a Jordi (alma, amo y señor de Tracks) para que nos de las últimas indicaciones, los GPS y, con mucha muchísima prisa salimos de Torelló camino de la gloria.

Los 12 son: Carlos, Jenaro, Pep, Lluís, Jesús, Fran, Hernan, Enric, Joan de M., Nico, Joan P. y Cèsar
Primer día:
L’Esquirol – La Vola.
Según organización: 76 kms.
Final ruta: +/- 80 kms.

Después de las pertinentes explicaciones por parte de Jordi, colocación de los GPS y recogida de los libros de ruta, iniciamos la aventura escoltados por el mismo hasta la salida del pueblo.


El día comienza corrioler, como casi toda la ruta, y algunos de los mejores paisajes de la ruta nos los perdemos debido a la lluvia (que apareció) y la niebla en que en algún momento no nos deja ver las espectaculares vista de los Cinglers.

Iniciamos la ruta por una serie de caminos rurales cercanos al pueblo que ya prometen y con los ánimos del grupo por los cielos. Hay muchas ganas y el ambiente es de lo más bueno. De momento el día aguanta, pero no parece que por mucho tiempo.

Como el que no quiere la cosa, llegamos al km 23 a base de sortear ríos (una constante en toda la ruta), corriols de los buenos y bosques preciosos para en este punto encontrarnos con “La Foradada”, una gran roca para la cual hemos de hacer un par de kms a pié hasta llegar al río y encontrarnos con una piscina natural parapetada junto a una gran pared de piedra que, como su nombre indica, tiene un agujero que la asemeja a un gran Donut.

Sesión de fotos, comentarios diversos y a continuar con lo nuestro que no es otra cosa que dar pedales.

Aparece la lluvia y alguno más que otro se acuerda del momento en que decidió no llevar su chubasquero para así evitar algo de peso en sus espaldas. Como podemos y peleando con el barro que ya empieza a aparecer, nos plantamos en Rupit (km 48) lugar en el que hemos decidido comer.

El “Hostal La Estrella” es el escogido para descansar nuestras embarradas posaderas y, de paso, poner el baño hecho un cristo para nosotros parecer un poquito más personas que no bolas de barro. Siguiendo las indicaciones del amigo Jordi ponemos sobre aviso a la Hostelera de que sabemos que en ese establecimiento invitaron a vino en su día a otro grupo de “Trackeros” y claro, con lo simpáticos que somos, convencemos a la señora para que haga lo mismo con nosotros.

Comemos como reyes y bebemos como dioses con la actuación estelar de las coristas Enric y Fran y después de unos cafés y ver pasar la muerte ante nuestro ojos, salimos de Hostal coloraditos y secos para iniciar de nuevo la ruta y deleitarnos con nuevos caminos, preciosos todos ellos, y algún que otro lugar muy recomendable para visitar como el Salt de Sallent.

Con agua, barro (menuda bajada de barro intransitable que nos marcamos) y viento nos plantamos en el final de etapa con dudas (como en todos los finales) y gracias a las explicaciones de una pareja de lugareños llegamos a la que sería nuestra primera parada nocturna “Casa Rural la Pradella”, una casa de agroturismo en la que, lo mejor, fueron el jacuzzi y la jefa del bar en el que cenamos, una moza de 60/65 años que, con 30 menos, tenía más peligro que Zapatero arreglando lo de la crisis.


Segundo día:
La Vola – Sta. Eulalia de Puig Oriol.
Según organización: 79 kms.
Final ruta: +/- 85 kms.


Nos levantamos con ánimos y ganas de empezar de nuevo, las piernas responden y el ambiente es bueno. Después de preparar todo, nos acercamos al bar donde la noche antes cenamos para almorzar subiendo la primera de las muchas subidas que hoy nos esperan. Hoy es el día de la famosa cuesta de la muerte.

Empieza la mañana con los corriols, caminos estrechos y ríos que son una constante en toda esta ruta (¡¡¡ De escándalo !!!) y se repiten, para alegría nuestra, durante los tres días que dura la salida.
Como ya he dicho antes, llegamos a la subida tan esperada desde el primer día y, será porque somos “fills del Maresme”, por nuestras constantes salidas por montañas como el Montseny o por nuestro tan querido Montnegre/Corredor que la cuesta, aunque dura no se nos hizo imposible y hasta disfrutamos de su ascensión.

Una vez arriba apareció el tan temido barro. Si el primer día lo sufrimos, el segundo lo gozamos. A destacar la inmersión que hizo Jenaro en un charco tipo Estany de Banyoles que con el agua casi a la cintura y a gritos de “¿Pero qué pasa, es que estamos en el p. día del orgullo g.?” lo atravesó a grandes zancadas con la bici al hombro y con graves problemas de equilibrio (MOMENTAZO y foto de la ruta).

Peleando y mucho llegamos a San Quirze de Besora y en el Restaurant Bar Esports hicimos nuestra segunda comida de la ruta. Era nuestro aspecto tan lamentable que decidieron darnos de comer en el bar y no en el restaurant. Fue de agradecer ya que el local era uno de esos de toda la vida que seguramente en tiempos anteriores fue, bar, sala de reuniones, bingo, sala de actos y muchas otras cosas más.

Buena comida entre risas y recordando ya algún que otro momento bueno que, a estas alturas ya eran muchos. A destacar el pollo rustido que nos dieron de segundo que todo el pan era poco para mojar en el exquisito aceite que lo acompañaba.

Salimos con fuerzas pero sin ganas y empezamos a pedalear de nuevo, una vez más, con un sol que agobia y sin querer “xino xano” que nos presentamos en Sta. Eulalia de Puig Oriol entre golpes de riñón y los zarpazos de Hernán el AVE que, a estas alturas de ruta y casi con 160 kms a cuestas le da por hacer series para entrenar de cara a la próxima ruta (La Vuelta a la Cerdanya).

Esta noche nos toca dormir en la casa rural Mas Puig Oriol, una pero que muy bonita masía a la cual la llegada no va a ser regalada ya que a falta de unos 15/20 kms, nos salimos de la ruta y nos regalamos unos cuantos kms de más antes de llegar a puerto.


Tercer y Último día:
Sta. Eulalia de Puig Oriol - Torelló.
Según organización: 67 kms.
Final ruta: +/- 70 kms.


Último día de ruta, el más flojo a mi gusto, mucha pista y esto unido a que un par de compañeros no tenían el mejor de sus días (problemas estomacales) a ritmo cansino pasamos la jornada atravesando yo no se cuantísimas veces el mismo río y con una final por una serie de corriols ya prácticamente en Torelló que bien vale la pena no perdérselos, todo y que la tentación es grande por lo cerca que se encuentra el final de ruta.

Aproximadamente, a las 16:00h llegamos a los coches y gracias al buen hacer de Jordi, nos damos una merecida ducha y nos comemos una paella para celebrar que ya podemos hacer otra muesca en nuestro manillar y que esto ya es pasado. Que lo que toca ahora es otra y, si puede ser, cuanto antes mejor.

Recogida de maiots, despedidas y cada cual a su casa que, después de 235 kms y una innumerable cantidad de corriols, ríos y bonitos bosques lo que nos apetece es volver con los nuestros y descansar hasta la próxima.

Saludos y nos vemos pronto.

Jesús.
¿ La próxima? … La Volta a la Cerdanya.


Los 12 fantásticos listos para la salida



















Atravesando Torelló. Salida neutralizada















Todavía limpios, había demasiados escrúpulos para cruzar el primer riachuelo del día


















Momentos antes de ir a ver el precioso salto de agua "La Foradada"

















Pequeño receso para recuperar fuerzas. El cielo todavía nos respetaba

La primera sorpresa del día: este fantástico salto de agua (La Foradada), que justificó con creces la pequeña excursión a pie que tuvimos que hacer 





















La expresión de Hernan es pura pantomima, sus piernas hercúleas se exhibieron a lo largo de la salida











The Corriol-Man, impertérrito a todo cuanto acontecía a su alrededor ...Jesús, aprovecha para descansar sobre las blanditas piedras del camino ... 

















Enric, en una foto de postal
Uno de los mejores momentos del primer día: comida en el Hostal La Estrella de Rupit. La simpatía y buen hacer del local nos ayudó a recuperar las fuerzas y la temperatura 
















El sol nos visitó en el momento más oportuno. Después de la comida, la lluvia nos dio un respiro
!Vista impresionante!

















Jesús, el hombre sin vértigo ...

















Lluís, estudiando si hace un back-fly o no ...

Espectacular salto de agua, en Rupit














Foto en el mirador de la pequeña catarata









Tras la comida y después de las fotos de rigor, el grupo se estiró un poco, tras las tensiones provocadas por 3 osados bikers que nos adelantaron (aprovechando que hacíamos las fotos, claro) ...



¡Gran momento! Después de pedalear a ritmo intenso, bajo la típica tormenta de verano, nos encontramos con una bajada imposible, cuyo barro/arcilla/boñigas de vaca se adhería a las ruedas de tal manera que hacía imposible que pudiesen girar al pasar por el arco del cuadro...momentos de tensión...por suerte, al final de la pantanosa bajada, había un "oasis" de ¿agua?, donde pudimos limpiar nuestras máquinas 
Tras el clásico momento de duda/tensión para escoger la bifurcación correcta,  (¿qué serían estas salidas sin estas dudas existenciales?), llegamos a la casa rural donde nos alojábamos









...¿quién ha dicho que bici=sufrimiento? Lo cierto es que no le hacemos ascos a placeres tan mundanos como un jacuzzi, con burbujitas,  agua calentita, copa de cava y ... unas risas!  



La "trícep-foto". Imagen del segundo día. Tras una zona muy fangosa los Night's fueron llegando con cuenta gotas 

















Pep, incombustible y sorprendentemente fuerte para su corta preparación, dio una exhibición de una capacidad física encomiable


















Carlos, que sufrió en sus carnes lo resbaladizo que estaba el camino, dio el susto de la mañana. Afortunadamente, no fue nada















Jenaro, The HappyMan. Mermada su capacidad de improvisación al estar la ruta marcada y en un hábitat desconocido para él, no pudo deleitarnos con alguno de sus "desvíos imposibles",  coloquialmente conocidos como "jenaradas"...





















Cèsar, the Corriol-Man, a "su" marcheta  ;-) ...










Pep, intimando con la vaca que ocupaba el camino ...


Una vez recuperados del esfuerzo matinal y después de comer, iniciamos la jornada verpertina con un tramo inicial de carretera
¡Parece increíble pero había caravana!
Joan P., a sus cuarenta y pocos recién estrenados años, demostró una condición física y una ilusión más propia de un juvenil de 15 años que de un MASTER con mayúsculas como él, ¡GRAN JOAN! 













Jesús, mantuvo un ritmo constante a lo largo de los 3 días


















Hernan, The Farleg-Man. Como si de un entrenamiento se tratara, se dedicó a hacer series en los pequeños y no tan pequeños repechos que nos encontrábamos. También tuvo tiempo de dar rienda suelta a su faceta creativa haciendo fotos de gran calidad  






















Jenaro, que lo inmortalizamos en su particular momento de celebración del P. D. del O. G. ... Kevin NO estaría orgulloso de él ...



Atardecer del segundo día


Después de casi 70 kilómetros todavía quedaban fuerzas para posar con alegría ... ¡vaya cracks!

Aquí, foto más reposada, de las de quedar bien 


















El Hombre que susurraba a los caballos ... ¿aparecerá Heidi para despertarle de su reparador sueño? 


A veces, la belleza de la naturaleza no sólo es de color verde...preciosa foto tomada por Hernan ... 

... gracias Hernan, por ayudarnos a ver con esta foto lo pequeños que somos ... 

Sencillamente ... espectacular!!!















The Photographer

THE FINISHERS ... bueeeeno, todos menos uno ... 

3 comentarios:

  1. Más vale tarde que nunca.
    Que no decaiga la ilusión de ver recogidos aquellos grandes momentos de la vida.
    Y ahora a por otra!

    Carlos

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  2. Moltes gràcies per la cronica i gran reportage fotografic.

    Felicitats a tots pel bon rotllo d'aquests dies

    Cancellara

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  3. Crónica de Pulitzer, si señor. Gracias a los reporteros por el esfuerzo de inmortalizar por escrito esos dias inolvidables de alegrias y sufrimientos, que a buen seguro repetiremos. Felicidades.
    Hernan

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