viernes, 11 de marzo de 2011

TRACKS DELS VOLCANS “EL TASTET”

TRACKS DELS VOLCANS

“EL TASTET”

Sábado 26 de febrero del 2011
Olot - Les Preses (Garrotxa) - Olot
Carlos, Cèsar, Enric, Hernan y Jesús
Distancia: 65 Km
Temperatura: Estupeeeenda

Son las 6:30h y los cinco nos encontramos en el CAP como si de un domingo cualquiera se tratara, ¿diferencia?, sábado y nos vamos de expedición a la Garrotxa, a apagar volcanes.


Justo en el momento que colocaban las calles

Nos presentamos a hora temprana en Torelló y nos encontramos con el Tamariz de la Comarca de Osona, Jordi Salarich que se ha sacado de la chistera una nueva ruta y nosotros, que no podemos esperar, vamos a probar para poder sacar conclusiones y matar el gusanillo de lo que será la futura ruta completa.

Después de recoger un par de GPS con la ruta y antes de partir hacia Olot, Jordi, nos da un par de explicaciones de utilidad entre cafés y ensaimadas. Nos comenta que Tracks dels Volcans no es tan corriolera como “Els Diables”, que el paisaje es más espectacular y que los caminos son algo más pisteros.

Nosotros, que no somos profesionales, pero tampoco primerizos, con prudencia, nos presentamos en Olot a probar un poquito del total con la idea en la cabeza de “¿qué querrá decir el bueno de Jordi con lo de algo más pistero?”.

Olot, Hotel La Perla, punto de partida. Aproximadamente las 9:00h de la mañana y después de montar bicicletas, abrigarnos “un poquito nada más” y de aclararnos con el GPS (casi dos vueltas completas al hotel nos costó),  iniciamos la tan esperada ruta.


Aquí Rudolf Nureyev haciendo sus famosos ejercicios de estiramiento
a las puertas del Hotel La Perla

Los primeros metros ya mostraban lo que sería un poquito la ruta a lo largo del día, caminos entre hayas y alfombra de hojas de principio a fin.


La cosa, de entrada, ya prometía ... bonito ehhhhhh



También en esta encontramos algún rio en el que recrearnos

Los ánimos se aceleran (si aun podían más) y empezamos a tragarnos Km., eso si, con tranquilidad (para que la cosa dure más) y “xino xano” por alguna que otra pista (al principio si) nos acercamos a la primera ermita (la de la campana) y de pronto nos damos cuenta de que la cosa cambia, primera subida complicada para empalmar con una de piedras que, con ritmo cansino, superamos para, en grupo, llegar a la primera cima del recorrido donde hacemos un pequeño parón para tocar la campana e inmortalizar el momento.


La famosa ermita de la campana, detrás de esta ..... la muerte

Avisados estábamos y, a partir de este punto y casi hasta el final, camino puro estilo Salarich. Lo primero, trialerita de las de poner pie al suelo. Digo pié por no poner dientes ya que alguno, demostrando su pericia en el descenso, realizó la bajada para disfrute de un cazador que en ese momento perseguía a algún jabalí despistado, sin frenar y con solo la rueda “delantera” en el suelo, la trasera bajó todo el rato en el aire como si de un globo se tratara y así, de esta pinta, de piedra en piedra y de raíz en raíz se comió la bajada en un santiamén y con la chulería del que lo ha hecho toda la vida, llegando al lado del resto dijo, ¿qué pasa?, ¿qué no habéis visto nunca a nadie bajar con una rueda?, a lo que nosotros dirigiéndonos una mirada de soslayo, agarramos cada uno la suya (la bici) y partimos dispuesto a seguir con lo nuestro.


Uno de los muchos corriols de paso con "corriolman" en cabeza



Santa Pau en el horizonte, ¡¡¡ a comer !!! 

El camino se disfrutaba metro a metro y palmo a palmo, si un trozo era bonito, ¿el otro?,  ¡¡¡mejor!!!, y casi, sin darnos cuenta, a las 12:30 estábamos llegando a Santa Pau, bonito pueblo en el que, en principio, teníamos intención de almorzar. Vista la hora y haciendo caso a nuestros vacíos estómagos, decidimos cambiar el almuerzo por comida y tontos de nosotros decidimos comer en uno de los muchííííííísimos restaurantes que habían en el pueblo.


Momento de dudas, ¿comeremos o no comeremos? 

Preguntamos a una amable señora de aspecto peruano con un acento de la Garrotxa que ya querrían para si muchos nativos y después de inspeccionar los diversos locales que nos aconsejó (todos bocata y poco más), casi cuando ya nos salíamos del pueblo y por casualidad, encontramos, yo diría que el único restaurante abierto donde muy amablemente nos ofrecieron una suculenta  comida, y todo ello, en medio de una tranquilidad absoluta (hasta casi el final estuvimos prácticamente solos). Ya cuando salíamos y junto a la barra encontramos un señor de aspecto desaliñado y extrañas vestimentas que, entre cabezadita y cabezadita, se tomaba un vasito de vino pistola en mano (no sabríamos decirlo con seguridad pero creemos que era Serrallonga .... o el Patufet).


En plena comida debatiendo sobre que postre sería más beneficioso
para seguir pedaleando


Serrallonga esperando la cuenta ... o el Patufet caido en desgracia

Con el estómago como un botijo y con un ojo abierto y el otro medio cerrado, iniciamos de nuevo la ruta, y a base de risas y dolor de piernas empezamos a calentar de nuevo el cuerpo (si es que el vino no lo calentó bastante) y entre agujero, raíces y piedras nos adentramos de nuevo en la ruta para realizar los más o menos 30 Km. que nos quedaban para llegar de nuevo a Olot (llevábamos unos 35 de camino). Entramos de lleno y sin frenar en la Fageda d'en Jordà.


Pero que boniiiiitttttaaaaa la Fageda d'en Jordà ..... de otro mundo



Más y más ...


¡¡¡ TAXXXIIIIIIII !!!

A partir de aquí los caminos estrechos y corriols se fueron relevando uno tras otro y pudimos comprobar que, como ruta, no tiene los desniveles que la otra, las subidas son más cortas y si, es algo más pistera, pero no carecen de espectacularidad los mil y un caminos que hicimos en los solo 65 Kms de los 200 y pico que se compone la ruta. Y no dudéis que llegado el momento, si se presenta la ocasión de hacer un descenso o subida por una trialera, se hará antes que por una pista o carretera. ¿El último corriol de llegada a Les Preses?    ¡¡¡ ESPECTACULAR !!!


Último corriol para llegar a Les Preses


Algún obstáculo obligó a poner pie a tierra

Ya para acabar y a modo de relajación la vuelta de Les Preses a Olot la hicimos por el carrilet, unos cuatro Kms a buen ritmo pero sin agobios, que nos llevó de nuevo al coche para de esta manera dejar el tema finiquitado.


Bonito final ...
Saludos y en la próxima ….. más

Cinco Nigth’s.

NOTA: Al del descenso suicida, a partir de ese día lo hemos bautizado como al de la canción de Luís Aguilé “EL TÍO CALAMBRES” por los tembleques que tenía justo en el momento de parar e intentar beber agua. No conseguía que el chorro fuera directo a la boca.

MAS ...




Lo inevitable ...


Sorteando un de las dificilíííííísimas zonas de paso


Con el Croscat de fondo


El Volcan Croscat


La Segunda y última ermita de paso ... (en esta nos pidió fuego Robin Hood).